Toda Unidad Educativa debe responder, con su quehacer profesional, a los intereses siempre emergentes de sus educandos y a los grandes objetivos que se han planteado para satisfacer, en primera instancia, las aspiraciones de una realidad cultural concreta y en segunda instancia, las exigencias del sistema educacional que le sustenta.

En nuestro plantel nos encontramos, por un lado, con que la gran mayoría de los estudiantes de Cuarto Medio desean continuar estudios superiores, y por otro lado, el Liceo ha establecido en su Propuesta Educativa - como un propósito fundamental - brindar al educando una sólida formación integral que le permita un desarrollo activo y positivo dentro de su medio ambiente, proporcionándole elementos necesarios para que opte con reales posibilidades a los Centros de Estudios Superiores.

En atención a esto y con el anhelo de responder a las inquietudes intelectuales de nuestros educandos, ser congruentes con nuestras metas Institucionales y adecuarnos a los nuevos procedimientos de ingreso universitario hemos estimado conveniente hacer un análisis de los quehaceres institucionales y hacer una propuesta con una nueva estrategia para enfrentar el cambio en el proceso de Admisión de las Universidades Nacionales.

El criterio general del Liceo es adaptarse a las nuevas modalidades establecidas en el proceso de Admisión, aprovechando la experiencia Institucional y profesional de los diversos agentes educativos que participan en el proceso de Enseñanza - Aprendizaje.

Es por tal motivo que en nuestro establecimiento se planificó y se instauró la creación de las academias en las diferentes asignaturas, que poseen incidencia directa en el sistema de ingreso universitario.

Si bien es cierto, muchos establecimientos cooperadores de la educación y que actúan de forma paralela al trabajo sistemático del estudiante a nivel aula dan a conocer que los logros de los estudiantes son alcanzados por el aporte directo de ellos, no podemos dejar de lado, que toda la planificación, organización y ejecución es el resultado de un trabajo serio, secuenciado y sustancialmente dinámico que tiene su base y que culmina con el quehacer de las academias.

Aunque los objetivos de formación del estudiante son comunes a todos los establecimientos de enseñanza media, no siempre se pueden alcanzar niveles satisfactorios de logros académicos, sin embargo, con el compromiso de los estudiantes y de los docentes y cuya tarea es compartida, todo lo difícil se puede tornar fácil.

La existencia de una comunidad educativa inquieta, ávida del saber, tanto a nivel de los estudiantes como de los profesionales que les acogen, es la base de los resultados académicos alcanzados hasta ahora. Todo lo anterior es el címiento fundamental de la puesta en marcha de las academias.

Las academias, además de tener como objetivos centrales reforzar y acentuar los aprendizajes, también cumplen la función de armonizar en otra instancia educativa, un clima de relaciones de afectividad, de compartir vivencias, de inquietudes, de desarrollo cultural y tantos otros aspectos fundamentales absolutamente necesarios en todos nuestros estudiantes.

La importancia de la educación sistematizada que se imparte en el trabajo de las academias conlleva a un compromiso de todos los estudiantes, primero consigo mismos, después con su familia y en forma paralela, con su establecimiento. Esto nos lleva a mantener por años, algunos procedimientos y estrategias que a la luz de los resultados han sido exitosos, como es el caso de la formación de las academias. En este contexto, nuestro Liceo avanzará en lo Sistemático - Formal a través de esta línea de acción cuyo objetivo primordial es:

• Desarrollar acciones tendientes a producir un trabajo mancomunado a nivel de áreas, con el objeto de contribuir con la preparación y reforzamiento de las habilidades intelectuales exigidas por las pruebas de ingreso universitario. Así dentro del fortalecimiento de las habilidades controladas en las distintas pruebas, podamos responder, en forma efectiva a las demandas y aspiraciones que presentan los estudiantes camilianos..

Una educación de calidad, reclamada y anhelada por todo el mundo estudiantil, en especial por nuestros apoderados, requiere igualmente la participación y el compromiso de todos los integrantes de nuestra comunidad educativa. El compromiso por la calidad de la educación no se debe medir solo por las declaraciones más o menos impulsivas e insistentes de algunos líderes estudiantiles, sino por la disponibilidad, por el compromiso y por el anhelo de hacer un buen trabajo de todos aquellos que, como nosotros, se dedican a esta noble tarea que es educar.